El cliente ideal es ese que encuentra la solución perfecta a su problema o necesidad en el producto o servicio que ofreces, lo valora y considera justo su precio. Es un cliente que se ajusta a tu estilo, flujo de trabajo y va a sacar lo mejor de ti, hace que te mantengas en armonía y continúes disfrutando de tu trabajo. Además es un cliente fiel que se identifica y compromete con tu marca, adquiriéndola con frecuencia y siendo un embajador de la misma.